sábado, 3 de agosto de 2013

La doble vida del electrón (y del ENEM)

Hace dos semanas estuve de profesor en el Campus de Verano de Valencia, y uno de los campus trataba el problema de la doble vida del electrón; a veces se comporta como una partícula y a veces como una onda. 

Me hizo mucha gracia el título de aquella clase que iban a impartir a los jóvenes provenientes de toda España; pero para dar clase en verano, era un gran título para que estuvieran todos más motivados.

Aunque no voy a hablar de física, el título de esta clase me ha inspirado para recordar la doble vida que llevaba hace ya una semana; parece mentira que hace una semana estuviera contando las horas que me quedaban al lado de todos mis amigos de toda España, para poder disfrutarlas al máximo, y para dejar ese espacio en mi mente reservado a momentos como los que estaba viviendo. Y es una doble vida, porque mezclaba las matemáticas como ciencia, y las matemáticas y matemáticos de toda España como una gran piña de gente, una semana de ensueño, una semana en la que las preocupaciones cambiaban completamente, en la que dejabas el "día a día" a un lado y en la que lo que importaba era el momento. 

En mi caso, este año, mezclaba también el punto de vista, otro doble punto de vista, como asistente o como conferenciante; si como asistente ya era una experiencia maravillosa, hablar a toda esa gente con los que habías compartido tantas vivencias e inquietudes, era algo impresionante. Hubo quien me dijo que en ese momento había dado más que datos y matemáticas, sino sentimiento; y era verdad, cada vez que lo pienso, siento que en ese momento no hablaba sólo mi mente, sino todo mi cuerpo. Es así como descubrí como disfrutaba desde ese lado de la sala de conferencias; aún muriendo de calor. Es de esos momentos en que se te ilumina una parte del camino de tu vida y aparece una señal indicando que tu futuro deseado está en esa dirección, ahora espero que el viento me sea a favor hacia a ella, aunque siga remando por las turbias aguas del doctorado. La motivación te puede llevar a obtener hasta las metas más alejadas, y es esa arma la que tengo enteramente cargada y dispuesta a ayudarme en todos los problemas que haya delante.

Y siguiendo la doble vida, ha llegado agosto, y así, han llegado esos días en los que el tiempo se mueve pero puedes dejar de perseguirlo y de ir corriendo a contrarreloj, y con ello, esos días que te sirven para recargar las vitaminas que has ido agotando durante todo el curso con ese final apoteósico, llamado ENEM.